La sustancia en cuestión se llama ácido ursólico y se encuentra en la piel de la manzana y otras frutas. El estudio, desarrollado en ratones, demostró que sorprendentemente los músculos de estos roedores crecían, al tiempo que la grasa corporal, colesterol y triglicéridos disminuían. Estaríamos pues hablando de un potente compuesto beneficioso si se pudieran extrapolar los resultados a humanos. Podría llegar a ser un tratamiento para gente afectada de atrofia muscular. No obstante, los resultados son preliminares y se desconoce qué cantidad de ácido ursólico o número de manzanas se deberían ingerir para obtener efectos saludables. Así pues, los investigadores seguirán trabajando para conocer más acerca de este interesante componente.